Tuesday, March 28, 2006
Tuesday, March 21, 2006
Tu camino
Mis ojos iluminan tu camino,
tu mirada observa lo conseguido,
y ambos contemplamos el engaño
de una obra que nunca cumplimos.
Un metro a mediodía, una luz sin apagar,
un mechero con cerillas
y una poción sin purificar.
Un desequilibrio tras una guerra,
una bomba a punto de estallar,
mis ojos como estrellas
que iluminan en la tempestad.
Una corbata sin anudar,
unas manos sin mitad,
un café de desayuno,
un cigarro sin fumar
y camino marcado, sin final.
Una ilusión que se disuelve,
una realidad que no se entiende,
una sonrisa en invierno
y un recuerdo incompleto.
Una voz como un susurro,
unos labios como un tormento,
una mirada como algo neutro
y un cuchillo como un lamento.
tu mirada observa lo conseguido,
y ambos contemplamos el engaño
de una obra que nunca cumplimos.
Un metro a mediodía, una luz sin apagar,
un mechero con cerillas
y una poción sin purificar.
Un desequilibrio tras una guerra,
una bomba a punto de estallar,
mis ojos como estrellas
que iluminan en la tempestad.
Una corbata sin anudar,
unas manos sin mitad,
un café de desayuno,
un cigarro sin fumar
y camino marcado, sin final.
Una ilusión que se disuelve,
una realidad que no se entiende,
una sonrisa en invierno
y un recuerdo incompleto.
Una voz como un susurro,
unos labios como un tormento,
una mirada como algo neutro
y un cuchillo como un lamento.
Sunday, March 05, 2006
Toxicosmos
Caminamos por colinas
de cebollas y metal,
por recuerdos de otras vidas,
cosas que han pasado ya.
Y aunque los huesos duelen,
cada paso duelen más.
Algo así no debería terminar.
Recorremos el camino
sin volvernos hacia atrás,
por columnas de ceniza,
por iglesias de cristal.
Y estamos bajo el agua
y estamos bajo el mar
pues se hace más difícil respirar.
Se acercan mis oídos
y hablan de lo que nos queda por pasar.
Y estallan los sentidos
en colores aún por inventar.
Y está claro,
no hay razón para dudar.
Y rezamos
para no volver jamás.
Compartimos lo que queda
y llegamos al final.
En castillos de madera,
de mercurio y de coral.
Y aunque el cansancio pesa,
cada día pesa más
Por favor jamás nos hagas regresar.
Se acercan mis oídos
y hablan de los que nos queda por pasar.
Y estallan los sentidos
en colores aún por inventar.
Y está claro,
los demás piensan igual.
Y rezamos
para no volver jamás,
para no volver jamás
Y rezamos
para no volver jamás.
Los Planetas
de cebollas y metal,
por recuerdos de otras vidas,
cosas que han pasado ya.
Y aunque los huesos duelen,
cada paso duelen más.
Algo así no debería terminar.
Recorremos el camino
sin volvernos hacia atrás,
por columnas de ceniza,
por iglesias de cristal.
Y estamos bajo el agua
y estamos bajo el mar
pues se hace más difícil respirar.
Se acercan mis oídos
y hablan de lo que nos queda por pasar.
Y estallan los sentidos
en colores aún por inventar.
Y está claro,
no hay razón para dudar.
Y rezamos
para no volver jamás.
Compartimos lo que queda
y llegamos al final.
En castillos de madera,
de mercurio y de coral.
Y aunque el cansancio pesa,
cada día pesa más
Por favor jamás nos hagas regresar.
Se acercan mis oídos
y hablan de los que nos queda por pasar.
Y estallan los sentidos
en colores aún por inventar.
Y está claro,
los demás piensan igual.
Y rezamos
para no volver jamás,
para no volver jamás
Y rezamos
para no volver jamás.
Los Planetas
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