Camuflando Palabras

Lunes, martes, miércoles, todo similar, todo parecido

Con las mismas calles, las mismas miradas,

Las mismas sombras.

Con las mismas letras, los mismos acontecimientos

Y sangrando lentamente una herida que no ves,

unas palabras que no escuchas.

Ocultándome tras unas gafas para no deslumbrar,

para no cegarme por todo el ocaso de personas

que me miran y giran a mí alrededor.

Tú vas sangrando, yo me voy escondiendo, ocultando,

la misma sangre, el mismo rio,

distintas vertientes, la misma sal.

Con miedo, los miércoles siempre son temerarios,

siempre son iguales a todos los días,

pero marcan un meridiano y un paralelo

en el ecosistema central de mis nervios,

de mi existencia.

Sé que podré volver a ser quien fui,

sé que encontraré la llama que un día encendí

y sé que dejaré de sangrar por las mismas heridas,

por los mismos actos y que retrocederé en el tiempo

y borraré de un plumazo mis palabras.

Hoy no encontré consuelo para mis propias trampas,

para mis propios escondites,

hoy la valentía se disfrazó de temeridad,

y una vez más me convertí en ese hombre

que vivió camuflando palabras.