Vine a este mundo envenenado, envenenado desde la lactancia de mi madre, infectado por el virus de la humanidad, sin sentido, sin sensibilidad, con la dosis de arrogancia concreta para ser despreciable, con el orgullo suficiente para no arrodillarme y con el coraje de poder decir que no cuando hay que decir que no.
Pocos entienden mi postura, pocos se acercan a mí y menos gente aun me aguanta, mi arrogancia les hace alejarse, este virus maldito para el que no encuentro vacuna anida en mi interior desde antes de tener uso de razón y lo peor de todo es que (en ocasiones) me gusta y disfruto como el drogadicto disfruta con su droga o el fumador disfruta con su cigarro o el ludópata disfruta con partida de dados.
Vine a este mundo para quemarme en el, para arrasar todo lo que se ponga por delante y no dejar nada a mi alrededor que valga la pena, que tenga un sentido práctico, y para que podáis quejaros con razón.
¿Es este el texto de un enajenado mental? ¿Es el texto de un ser cabal? ¿O simplemente es el texto de una persona que es más realista que la propia realidad? Realidad sucia y aburrida, con calles donde se puede ver a Cristo morir cada día crucificado.
Tal vez el inicio de este texto no debería ser que vine a este mundo envenenado, sino que el mundo nació envenenado, hasta entonces me seguiré envenenado para protegerme de la realidad.
Salud!
8 comments:
Este es el texto de una persona visceral y entrañable, racional a impulsos, y a la que, si me permites decírtelo, me gustaría conocer en persona y charlar al calor de unas birras bien fresquitas.
No te preocupes, amigo mío.
El virus humano tarde o temprano desaparecerá por méritos o deméritos propios.
Y en un atisbo de cordura, encontraremos alivio al contemplar un perfecto Apocalipsis de colores anaranjados...
Salud/OS!
no es un virus bro!
Es un antídoto!!
Saludoss!!
Jajajaja, sí. Me quedé varias horas bajo aquel diluvio universal, sin más cobijo que un paraguas de los chinos en el que nos resguardabamos cinco personas. Te podrás imaginar...
Fue un gran fiasco la verdad. Pero le canté aquello de "La otra noche te esperé bajo la lluvia dos horas, mil horas, como un perro..."
:)
Tú fuiste?
Quizá no sea arrogancia sino miedo.
La destrucción es necesaria para la regeneración, para el descubrimiento insólito de nuevas músicas, luchas y enajenaciones elegidas.
Todos practicamos el miedo de alguna caústica manera, pero nosotros los elegidos queremos mucho más. No es sólo el hecho que toda nuestra barrera de sonido esté ribeteada de creatividad y exóticos aspavientos, buscamos uan verdad, una herida, la sensación de muerte.
Y el veneno nunca es suficiente, hemos de virar más, nos tachan de: raros, pretenciosos, lunáticos, perdedores... Y siempre tenemos una chistera de mágico encantamiento o crueldad misericorde. Es nuestra libertad lo que quema y se envidia, la locura de ser pleniconscientes de nuestra fuerza
En algún lugar del mundo hay una chica que te quiere, recuérdalo.
"Lo que hoy es puro mañana está podrido"
ya lo dijo el maestro andrelo:
"es veneno ni malo ni bueno...."
por cierto este sabado lo disfrutaremos en pontevedra, espero que con siga arrancar algo escribible o por lo menos legible para el blog que ultimamente agoniza ahogado en la rutina ritual del no tener tiempo para lo importante y gastarlo todo en lo inevitable.....
salut amic, yo tambien me envenenare un poquito hoy
Lo oscuro y gris tiene rachas de avanzar a saltos de esquina a esquina.
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