Saturday, March 14, 2009

La luz


H
oy me acerque lentamente a ti y te pregunté
¿A quien alumbra esa luz?
Extrañada me miraste y te fuiste sin hablar.
Pensativo me quedé, intentando deshacer el nudo que yo mismo enredé.
Pasaron los días y los años y la luz continuaba encendida;
Y tras un tiempo prudencial, cuando ya éramos otras personas
Con los mismos nombres y apellidos me volví hacia ti
Y Te volví a preguntar: ¿a quién alumbra esa luz?
Me miraste con ojos de extrañeza,
Me besaste con ternura en mi mejilla
Y te fuiste a ningún lugar, desapareciste entre las sombras
Dejaste un camino sembrado por las dudas,
Nunca más te volví a ver…
Hoy la luz hace días que se apagó
Y yo sigo pensando en porque
Nunca entendí que aquella luz estaba destinada a mí.

1 comment:

Wilson Maravella said...

buf, la luz se escapa y su juego a veces nos reduce, nos pliega en desvanecimiento y demasiadas preguntas... quiero ser persintente, quiero recuperar mi fe