Déjame entrar

Déjame entrar por la puerta de salida,
creo que solo de esta manera será lo más fácil para todos;
déjame que te ate los pies y las manos,
que te transporte por pasillos interminables
y desorientado me preguntes donde vamos.
Déjame cerrarte la boca para que así no pueda oírte,
sólo así comprenderás que puede sentir una persona sin voz,
déjame levantarte sin pausas, sin delicadeza,
quiero que te hagas daño y sepas que es el dolor.
Déjame decirte que he estado en los dos hemisferios,
en el norte y en el sur, que comido y bebido justicia,
que he oído y visto la humanidad,
déjame decirte amigo mío
que todo está podrido por partes iguales.
Déjame decirte que hoy he salido por esa puerta,
para volver a entrar una y otra vez.
Por eso te pido una vez más
que me no dejes entrar (una vez más)
por la puerta de salida.