Entré decidido a la habitación, sabía con lo que me iba a encontrar.
Así fue como todo pasó. De golpe y porrazo todo giró en torno a mí.
Las palabras seguían flotando de un lado a otro del recinto.
Yo alzaba los brazos para comprenderlas, saltaba para atraparlas,
Inspiraba para tragármelas.
Ellas seguían su baile de disfraces, camufladas en los nombres,
Las palabras ya eran de por si mascaras.
No entendí nada, pero poco a poco comprendí que ellas no
Son nada y que hablar es muy sencillo y articular casi un acto reflejo.
Decidí unirme al son de su ritmo, canté, bailé y disfruté,
Pero cuando decidí parar, la habitación seguía vacía
Y las palabras habían desaparecido.
Solo estaba yo y mis palabras en mi interior
5 comments:
wau! ..sin palabras!
Perfecto! Creo que le has dado las tres dimensiones a las palabras. Evidentemente que las palabras no son la verdad, aunque algunas veces se entrmezcle con ellas. SOn máscaras, son acercamientos a lo profundo, pero nunca son él.
es genial que recuperases tus palabras.....
ahora solo falta que te siga apeteciendo compartirlas con nosotros....
saludos
me gustó encontrarte...
un abrazo.
Seguro que esas palabras aunque ocultas yacen grabadas entre los rincones que conforman tu espacio por medio del sentimiento cúbico. Saludos!
Post a Comment