Nada vale nada!

Me pregunto casi a diario de que sirve hablar, ¿cual es la finalidad?; unos pensarán que es una manera natural de relacionarse, otros dirán que es la única forma de llegar a acuerdos, a consensos, otros dirán que porque tienen derecho (aunque no les escuchen), otro pueden pensar que de esa manera forman parte de un ente, de una sociedad de un conjunto y así sentirse menos solos...tantos pensamientos como individuos al fin y al cabo.

Yo hablo constantemente, hay veces que estoy menos acertado en mi discurso, con mucha frecuencia también me contradigo, pero aún así procuro ser coherente en el momento en que lo pienso y lo digo.

Llegamos a pactos verbales con las personas que nos rodean, queremos respetar y que nos respeten, queremos creer que realmente sirve para algo; pero amigo mío, esto no sólo depende de uno mismo (ojalá) cuando ves que los pactos no escritos se rompen en un segundo y que nadie dice nada y todo el mundo calla es cuando te preguntas ¿y todo esto para que vale? Y llegas a la triste conclusión de que nada vale nada!