Y todas mis palabras son como una carga
Cargas que la gente no comprende,
y las palabras son detonantes que no sé detonar,
y mis miradas son mechas incendiarias
pidiendo a gritos un mínimo de atención.
Y no querer que mis problemas
sean gritos atormentados en oídos ajenos
y opto por el silencio.
Silencio cómodo, silencio tranquilo,
silencio que me recuerda a ti,
y a todo lo que escribo,
y a todo lo que canto,
y mis cargas se elevan, y vuelvo a caer,
y vuelvo a tropezar y vuelvo hacerlo mal,
y todo lo que escribo son palabras sin sentido.
Será que no vuelvo a los lugares que quise volver
y de repente otra caída,
y las caídas me recuerdan a ti,
y a mis textos y a mis cantos….
Y las palabras vuelven a ser cargas
y los silencios los lugares más cómodos
jamás conocidos.
1 comment:
Me gusta el poema. Es duro. Me gusta porque haces una bonita metáfora: un bucle, un círculo cerrado, un pez que se muerde la cola. Es quizás como la rutina: otra vez, otra vez...wellcome to the callejón sin salida. La sensación pura debe ser jodida. NOs vemos pronto, ¡Está ahí el Liceo!!!!!!!!
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