No recuerdo exactamente el momento en que me di cuenta de su presencia, pero ahí estaba, tranquila, esbelta y haciendo acto de presencia. No me gustaba su presencia, no me gustaba su juego, no me gustabael lugar que ocupaba y sobre todo no me gustaba como bailaba de un lado a otro con toda impunidad. Tenía claro que merecía un castigo, que debía idear un plan para que todo saliese como yo siempre había imaginado.
Con el tiempo llegué a la conclusión de que el tiempo es lo que tiene, ¿era esto una manera de claudicar? ¿Era una rendición?
Simplemente es y será una forma de aceptarse uno mismo.
1 comment:
Es gracioso, leí mal una palabra y me sentí identificado. Luego leí bien y ya no tanto...
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