Se ha reído de mis pérdidas y burlado de mis ganancias. Ha insultado a mi raza, hundido mis negocios, enfriado a mis amigos e inflamado a mis enemigos. ¿Y cuál es su razón?... ¡que soy judío!
¿No tenemos ojos los judíos?... ¿no tenemos manos?, ¿órganos, dimensiones?
¿Sentidos, afectos, pasiones?
¿No comemos lo mismo?, ¿no nos hieren las mismas armas?, ¿no sufrimos las mismas dolencias… y nos curan los mismos remedios?
¿No sufrimos en invierno y en verano el mismo frío y el mismo calor que los cristianos?
Y si nos pincháis… ¿no sangramos?
Si nos hacéis cosquillas… ¿no reímos?
Si nos envenenáis, ¿no perecemos?
Y si nos ofendéis, ¿no vamos a vengarnos?
Si en todo lo demás somos iguales… ¡también en eso lo seremos!