Monday, March 29, 2010

Tuesday, March 23, 2010

A los pies de la cama

El se levantó como cada mañana a la misma hora, fue directo al cuarto de baño, se lavó la cara y se miró fijamente al espejo. Había algo diferente en su mirada, algo había cambiado de ayer a hoy, se veía más cansado, se veía más viejo, se veía más pesado, se veía en definitiva más jodido.

Las bolsas con los trastos viejos seguían aun a los pies de la cama.

Se vistió, desayunó, las miró y se marchó.

Thursday, March 18, 2010

Mi sociedad secreta

Pertenezco a una sociedad clandestina de la cual soy consciente de que soy un verdadero miembro. Y digo lo de ser consciente porque pese a ser una sociedad moderadamente grande, no todo el mundo es consciente de si pertenece o no a dicho selecto club.
Sinceramente amigos, yo hasta hoy mismo que estoy escribiendo estas líneas, solo conozco a una persona que pertenece y es consciente de ello y además saca pecho de presumir a tan distinguido club.
Yo también era consciente de que era socio, de que pertenecía, vamos que era uno más. Muchas mañanas, en mi camino diario a casa o a clase, jugaba a inventarme posibles miembros, los localizaba como un objetivo localiza su presa y comenzaba a divagar, a pensar si pertenecería o no y sobre todo si era consciente de si pertenecía.
Hace exactamente una semana recibí una carta en mi buzón. Tenía un membrete de la sociedad, me extrañé la verdad. Esperé a subir a casa para abrirla y poder leer con la atención que se merece tan destacado honor.
Pero el honor se transformó…me venían a decir que he incumplido una de las normas básicas de dicha sociedad, que no había vuelta atrás, que había firmado mi “sentencia de muerte”.
Así que así están las cosas, tras años y años perteneciendo a esa maravillosa asociación, haciendo bandera de sus principios e ideales, me encuentro de la noche a la mañana que estoy fuera, que ya no sirvo, que soy persona non grata. Yo evidentemente no lo voy a decir mucho por ahí, pero… ¿se sentirá traicionada mi compañera de sociedad por la expulsión?
Tal vez vaya hablar con ella para decírselo claramente. Tal vez no sea para tanto. Tal vez sea sólo una nota de aviso.

Thursday, March 11, 2010

Mil pedazos

GUA DOCENTE

Has roto ya tres veces

las reglas del juego y he callado.

Has quebrantado las leyes

y he guardado silencio.

He decidido esperar,

convencerme de que no eras tú.

De que otros traspasaban la barrera

y tú simplemente observabas.

Sé que has sido tú,

que eres quien se esconde tras la sombra,

Que sigues ese rastro que dejo sin querer,

¿o lo dejo para que lo sigas?

Sé que has quebrantado las leyes,

Pero guardo silencio

Porque yo fui el primero

En romperlas en mil pedazos

Wednesday, March 10, 2010

No hay vuelta atrás

Hoy consumo mi tiempo en un reloj de arena
Y me detengo en cada grano para observarlo,
Y me dejo acariciar por su manto algodonado,
Hoy consumo mi tiempo para no pensar más en ella.

Hoy pienso que debería saltar y volar
Y dejarme llevar por donde nunca he ido
Y no pensar más que en el abismo.
Hoy pienso que debería empezar a matar.

Hoy pienso que debería olvidar
Y empezar otra vez a caminar
Y olvidarme de lo que nunca jamás será
Hoy pienso que ya no hay vuelta atrás.

Tuesday, March 02, 2010

Giro Pendular


Aquí me encuentro, suspendido por un hilo o varilla que me va marcando mi sentido, que me va dirigiendo a una dirección u otra. Pasé de estar en un extremo para ir poco al centro y terminar en el extremo contrario. Como “ser pensante” y dueño de mis decisiones era consciente del rumbo que estaban tomando por mí. Pero el péndulo seguía en su libre movimiento y yo era un simple espectador que no podía más que dejarse llevar.

Así que de un extremo me fui al otro y así una y otra vez. Desconcertado por el traqueteo de las idas y venidas, por ser nómada en un mundo sedentario, por estar al otro lado, terminé por aceptar todo movimiento inesperado.

En ocasiones jugaba a irme al otro lado, a fingir lo que se sentía cuando esta allí, pero me engañaba, la varilla siempre terminaba por devolverme a mi lugar y yo gritaba de rabia, lloraba de rabia, apretaba los puños de rabia y todo ¿para qué? Para volver al mismo sitio, al mismo lugar…

Y cuando por fin te asientas, te acomodas y te empiezas a habituar, un giro casual cambia tu vida, y otra vez te quedas desconcertado, te vuelven los miedos, te sientes frágil y quieres gritar y quieres llorar, y quieres apretar los puños y quieres sangrar de dolor y quieres correr y quieres fotografiar y quieres sonreír y quieres cantar y sobre todo esperas que vuelva de un momento a otro ese giro pendular