Monday, October 31, 2011

el tiempo lo dirá

Entras miras, piensas, decides y por fin eliges;

Hoy la cara de felicidad; la sonrisa puesta;

El broche de oro en el que todos se fijarán;

A los que todos gustarás.


Martes, misma ecuación, misma rutina

Distinta elección, resultado desigual;

Cara cambiada, alegría por tristeza;

Tristeza por esperanza; esperanza

Por razón; razón por decepción.


Miércoles no eliges, repites;

Sin ganas ni emoción, ¿dónde está

La diversión?


Jueves de preocupación, las mismas

Caras en el ascensor, intentas buscar

El aroma de la ilusión y siempre encuentras

La misma sensación


Viernes flirteas con la preocupación,

Este no es tu sitio, vete a otro mejor;

Algo se mueve entre el espesor;

Una sombra de duda a mi alrededor

Puede que este sea el gran momento

De despojarme de toda traición;

De elegir un bando, traspasar un límite.

¿O ser neutral?


El tiempo lo dirá

Wednesday, October 26, 2011

me basta asi

Si yo fuese Dios
y tuviese el secreto,
haría un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
—de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso—;
entonces,

si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando —luego— callas…
(Escucho tu silencio.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta).

Monday, October 17, 2011

Malditismo poético

Estas son las palabras torcidas de la tormenta

La sonrisa tosca en el amanecer

El encuadre desenfocado

Que sólo te supe ofrecer.


Estas son las frases que no te dije ayer

Las que escucharon todas las almas

Al oscurecer, a las que les grité

Cuando aún no sabía qué hacer.


Ahora diviso luz en toda esta oscuridad,

La llama pérdida en la inmensidad,

La pólvora mojada en perpetuidad,

La condena que nunca supe encajar.


Estas son las palabras torcidas

De mi soledad, y sólo pido a gritos

Que me dejen pasar.

Thursday, October 13, 2011

miedos

Temo que un día este río se seque

y no me lleve más a ti,

que las piedras se vuelvan montañas

que no consiga escalar;

que los charcos se tornen bastos océanos

y no tener fuerza y ánimos

para poder cruzarlos a nado.

Temo que un día pierda la delicadeza

por las cosas sencillas,

que andar y guerrear noche tras noche

me oscurezca y se me enquiste toda mi piel

y que antorchas, lanzas, y balas invisibles

sean incapaces de dañarme.

También temo no verte como te he visto

que mi óptica cambie progresivamente

y convertirte en lo que sé que no eres

y no saber cómo actuar y alargar los brazos

y no llegar a tenerte y que sólo me conteste

mi propio eco a mis propias preguntas

y sentirme perdido

y sentirme solo.

Temo algún día no temer

por todo lo mencionado

y no encontrarme.

Temo que un día este rio se seque

y finalicen todas mis búsquedas.

Sinceramente temo por ti y por mi.

Por nosotros.

Cierra todas la ventanas; no dejes que ni el más pequeño hilo de luz se cuele en nuestra habitación; hemos llegado a un pacto que no tenemos que romper; ambos somos conscientes y mientas las miradas se buscan con los dedos y sentimos con los ojos dejemos que los problemas crezcan tras las puerta que sellamos con intenciones renovadas para así poder olvidar de forma voluntaria todo aquello que dejamos atrás.

Cierra todas las ventanas; no quiero seguir conversando.

Vamos a dormir.

Wednesday, October 05, 2011

Ultima llamada

Tengo un lápiz-brújula que me marca el camino

Cuando voy perdido, que me señala el norte

Cuando estoy en el sur y que me corrige si me equivoco.


Tengo un reloj-despertador que siempre llevo encima

Que suena si me quedo dormido, que me avisa si llego tarde

Que se enciende en cada momento de la noche

Para decirme “ya es hora, vete a casa”.


Tengo una libreta con folios en blanco

Que siempre está en mi mochila y

me grita al oído Y me dice:

“me gusta estar acompañada

Por vocales y silabas” y todo está en tu mano.


Tengo un teléfono que nunca suena,

Que sólo se acuerda de mí cuando

Son malas noticias, por eso lo desprecio

y le quiero porque no pierdo la esperanza

Por si algún día decide cambiar de opinión;

Por eso siempre espero y temo esa

Ultima llamada.