Soy consciente de que lo tienes muy claro.
Y no puedo hacer nada para hacerte cambiar de opinión; puedo entender tus motivos aunque no los comparta; sé que todo explotó en un segundo concreto, donde no había mas que hacer, donde todo estaba perdido y las horas ya no contaban.
El silencio siempre es la opción mas inteligente; nos gusta avanzar poco a poco y con paso firme pero conmigo es siempre mucho más complicado.
Mañana no iré a preguntarte los motivos ni las consecuencias; pero quiero que sepas que siempre estará flotando en el aire esa gran pregunta que ambos sabemos. No quiero que te preguntes si podrías haber hecho más o si la solución fue o no la correcta.
Puede que actuases como no deberías haber actuado; puede que lo mejor hubiese sido acudir a mi y despejar todas tus dudas. Puede que este sea el comienzo del final.
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