Tuesday, August 17, 2010

Viaje en ascensor

Todos en aquel viejo edificio lo sabía menos yo; miradas sospechosas, algún que otro susurro en la oscuridad y sobretodo un gran silencio.

El portero es un extraño, la vecina del cuarto una alcahueta y yo no hago más que subir y bajar en este viejo ascensor. Leo su carta y cada subida son mil metros y en cada palabra se detiene el tiempo y en cada coma retrocedo; pero no se detiene y voy sangrando en cada peldaño y el último piso cada vez está más y más lejos y cierro los ojos pero nada cambia; sé que detrás de cada puerta hay mil vidas y todas tienen sus vicios y sus faltas, pero no me importa demasiado.

Siento que la parada esta próxima, pero no sé si quiero bajar, no tengo claro si deseo continuar; El motor respira y palpita como un corazón humano y su movimiento mecánico me recuerda que no hay nadie más que el ascensor y yo.

Y fuera sigue reinando un gran silencio.

1 comment:

Al nivel del suelo said...

Seguro que detrás de ese inquietante silencio nace un tímido Lub-dub, dub-dub, dub-dub de algún corazón.

¡Muxus!